Durante algunos años el autor del libro Bajo la luz de la palabra poesía 1: saltos en el tiempo, estuvo guardando todo su trabajo, hasta que tomó la decisión de publicarlo en este modesto libro de poemas.
Hay muchas fusiones que han dado lugar a este libro, arte y naturaleza, gastronomía y erotismo, son poemas que relatan algunas vivencias del autor y que tocan el alma de los lectores.
Bajo la Luz de la poesía, saltos en el tiempo
Los poetas suelen escribir sobre sus vivencias, acerca de personas, amores, paisajes y extraños que se han cruzado en su camino.
José Mauricio Villaseñor Garcés no es la excepción en esto, durante algún tiempo, mientras recorría ciudades y combinaba su oficio de chef con sus estudios de literatura, creó poemas que son fascinantes.
Sus ansias de adentrarse al mundo de lo literario, de conocer más acerca de sus escritores favoritos, de esos poetas que despertaban y hacían crecer su pasión por la poesía, lo llevaron a comenzar a escribir, a crear contenido que durante años perfeccionó, corrigió y que luego compiló en este libro.
Con sus poemas el autor lleva al lector a un paseo por los encantos de México, por los puertos de países de Asia, de Europa, América del norte, Sudamérica y otros rincones del mundo.
Haciendo uso de un lenguaje semi coloquial para expresar el erotismo, y describiendo situaciones que pueden ser muchas veces, un poco surrealistas.
Fragmentos de poemas del libro Bajo la luz de la palabra
La forma en que el poeta combina la poesía con la gastronomía, el arte con el erotismo, en sus poemas, es lo que hace de sus creaciones algo fascinante, para que sepas con qué te encontrarás, lee algunos fragmentos de los principales poemas.
El Principio
“El olor de pimiento asado me atrapa, y detrás de mi está un viejo
Fantasma que va cargando la vendimia y este con sus pisadas
etéreas va reafirmando, en las estelas de una selva de sensaciones,
en las paredes de mi cuarto, se revelan santos y vírgenes”.
El Brujo
¡Calla! Y escucha a la frágil sonata de la luna,
que responde a la sombra de una blanqueada nube.
La sonrisa de la luciérnaga, carga mi tinta hacia la luz
de los mortales.
El sonido del chelo, me hace recordar los talles de la noche,
invocando a sus cabelleras negras
y miles de gotas de luz me traspasan con recuerdos.