Generalmente, las historias de corte erótico se desarrollan desde un principio y hasta el final con matices de sensualidad y sexualidad, y son estas las características que prevalecen, aunque se exploren otras emociones o sentimientos.
Este no es el caso del libro “Dos noches de pasión”, escrito por Alfred de Musset, en el que se combina el erotismo con la destrucción salvaje, incluso se ha llegado a comparar con el libro “Marqués de Sade”, si lo leíste, sabrás a qué nos referimos.
Si te interesa conocer más sobre Dos noches de pasión, te invitamos a permanecer con nosotros hasta el final de este artículo, porque te daremos detalles importantes sobre esta obra literaria.
Sinopsis de la historia
Esta obra maestra de pornografía y talento del siglo 19 nos habla de la Condesa Gamiani, quien en su palacio se ha cansado de lo habitual, lo típico le parece insuficiente y ahora le apetece experimentar lo prohibido y de manera extravagante.
Es una mujer que se desvive por explorar el sexo hasta donde le sea posible y sin moderación, ni control. Alfred de Musset, escritor de la obra, describe a Gamiani como una dama que enfrenta un cataclismo interno y natural que la posee y la quema, a tal punto que deja ver cómo el personaje principal prefiere vivir el instante sin ataduras, sin complejos, aunque esto signifique su propia destrucción.
Para satisfacer sus necesidades carnales, la condesa da pie para ser parte de un “trío sexual” donde todo está permitido, las bestias internas de la sexualidad salen a relucir como animales salvajes descontrolados.
En el desarrollo del momento principal de la obra y climax de la trama, el autor confiesa que el acto sexual los hace cómplices, y el exceso de lujuria y pasión, aunque considerada una sobredosis en ese punto del encuentro, es la felicidad, la dicha y la plenitud que Gamiani había estado buscando.
Todo el relato es capaz de excitar a quien lo lee, e incita a devorar de manera desenfrenada cada página del libro para conocer que más pasará y qué otra perversión ocurrirá durante las dos noches entre la Condesa Gamiani, la joven Fanny y el hombre que compone el trío.
Tributo a George Sand
George Sand fue una veneciana que se consideró el amor clandestino del autor de este libro, de hecho, a pesar de haber tenido una relación breve, se especuló que fue tórrida y apasionante. Precisamente por estos dos detalles, es que hasta el día de hoy se asocia este relato en particular con lo que experimentó con Sand.
Para el momento en que Alfred de Musset dio a conocer su obra escrita, ya su relación con Sand había finalizado, sin embargo, todo el amor y su encuentro transitorio quedó plasmado en las páginas de su libro y como vivencia que quedará para la posteridad.
Autor de “Dos noches de pasión”
Alfred de Musset fue no solo un escritor, sino también un poeta, un narrador y un dramaturgo francés que condujo su vida entre el desespero y la ambición. Se consideró un aporte fundamental para las novelas románticas de la Francia del siglo 19.
Se estima que debido a sus orígenes aristocráticos y a la educación que recibió en el área de humanidades, y que solo los más privilegiados tenían acceso, fueron la razón de su manera de expresar y de escribir tan particular.
También se adentró en el mundo de la medicina, la pintura y la música, pero fue la poesía, conocida a través de los versos de Víctor Hugo y Byron, la que le ofreció la mayor de sus satisfacciones.
Obras literarias de Alfred de Musset
La primera obra publicada por Musset fue “Narraciones de España e Italia” en 1829, la cual no tuvo el impacto esperado para ser su ópera prima. Fueron sus libros “Confession d’un enfant du siècle” de 1836 y “Dos noches de pasión”, los que le dieron a conocer dentro y fuera de Francia.
Vale recordar que ambas obras fueron inspiradas por la depresión y la desesperación del idilio fugaz y además turbulento vivido con la novelista George Sand. Durante toda la década de 1840 y hasta 1853, se dedicó a escribir para obras de teatro hasta que decidió hacer pública una selección de sus mejores obras bajo el nombre de “Comèdies et proverbes”.
Su valía y sus aportes al mundo de la literatura le hicieron miembro de la Academia de Francia, y hasta el final de sus días, se mantuvo escribiendo poesías, composiciones críticas y narraciones como “Mimí Pinsón”.
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