Se publica “Henry Fonda. El héroe infeliz”, biografía del legendario actor que personificó como ningún otro al estadounidense íntegro y honesto pero que además fue un hombre taciturno y atormentado, solo logró acercarse a sus hijos al final de sus vidas en honor a su 100 cumpleaños.
“Henry Fonda. El héroe infeliz”, escrito por José de Diego y publicado por T&B editores en mayo de 2005, con una extensión de 447 páginas en formato de tapa blanda con su número de ISBN es 8495602954 y 978-8495602954, recorre la vida y la carrera de este individuo que nació en Grand Island, Nebraska, en mayo de 1905.
Este gran personaje logro convertirse en un actor que irradiaba integridad y honradez, cualidades que el público comenzó a asociar con el propio intérprete.
El libro está meticulosamente investigado, resulta sumamente entretenido y tiene un enfoque periodístico, siguiendo la larga tradición estadounidense de biografías sobre actores y actrices legendarios.
Un retrato del ícono del cine estadounidense
El autor de este libro “Henry Fonda. El héroe infeliz”, José de Diego es nacido en Madrid en 1962, que se trasladó a Estados Unidos poco después de su nacimiento y ha construido allí su vida, incluyendo la obtención de un doctorado en cine en la Universidad de Columbia.
El recorrido que De Diego presenta es particularmente sugestivo, ya que proporciona numerosas claves para comprender la trayectoria personal y profesional de uno de los mejores actores de todos los tiempos.
Al mismo tiempo, pretende representar las interacciones entre actores y directores durante las ilustres décadas de la historia del cine estadounidense, finales de la década de 1930, 1940 y 1950.
Henry Fonda fue uno de los pocos actores en la historia de Hollywood, quizás solo su amigo cercano James Stewart, que pudo interpretar de manera tan convincente al estadounidense recto y honesto.
En películas como, “Doce hombres sin piedad”, “Pasión de los fuertes”, “Las uvas de la ira” y “El joven Lincoln”, Fonda interpretó personajes que proyectaban una imagen de sinceridad, justicia y pragmatismo que el público eventualmente llegó a asociar con Fonda personalmente.
La compleja vida tras el héroe de la pantalla
Detrás de su impecable imagen en la pantalla, se ocultaba un hombre atormentado por una problemática vida personal, sus cinco matrimonios, el trágico suicidio de su segunda esposa, su inseguridad profesional, así como su complicada relación con sus rebeldes hijos Jane y Peter.
“Henry Fonda. El héroe infeliz” examina el contraste entre el hombre y el actor, exponiendo las dos caras de una leyenda mucho más matizada de lo que parecía al principio. Resulta evidente que el americano perfecto tal vez no lo fuera tanto, después de todo.
Henry Fonda fue uno de los pocos actores en la historia de Hollywood que interpretó con éxito al estadounidense moralmente correcto, el cual fue posiblemente solo su amigo cercano James Stewart.
Logro demostrar su versatilidad en deliciosas comedias locas como “Las tres noches de Eva” y sorprendió al encarnar a un despiadado asesino en “Hasta que llegó su hora”. Además hizo algo que muy pocas estrellas se hubieran atrevido, en el punto más alto de su carrera abandonó el cine durante cinco años para dedicarse por completo a su auténtica pasión, el teatro.
La presencia magnética que dominó la pantalla
Fue el director John Ford quien desarrolló y aprovechó al máximo la imagen de Henry Fonda, un actor que solo necesitaba su presencia para dominar la pantalla, como dijo en su momento Peter Bogdanovich “Cuando Henry Fonda dice algo, te lo crees… Esa es una cualidad de las verdaderas estrellas y nadie la tiene más que Fonda”.
En una ocasión, le preguntaron a John Ford su definición del cine, y él respondió: “¿El cine? ¿Has visto caminar a Henry Fonda? Eso es el cine”.
Juan Tejero, en el prólogo del libro “Henry Fonda. El héroe infeliz”, describe a Fonda como alguien alto, delgado y tranquilo, que caminaba con pasos largos característicos y se movía con una autoridad plácida pero inconfundible, con un andar que solo puede describirse como felino en su delicada deliberación.
Como señala un crítico, no camina, flota y su excepcional fotogenia completaba el conjunto. La obra “The Farmer Takes a Wife”, que se hizo popular en Broadway en 1935 antes de mudarse a Hollywood fue elegida para ser adaptada a la pantalla grande, lo que le dio al actor un gran impulso en su carrera y que prefirió que sus colegas lo llamaran Hank.
Un actor versátil y rebelde que desafió las convenciones de Hollywood
Después de su primera película en Hollywood su ascenso fue meteórico, pero el camaleónico Fonda no quería encasillarse en papeles rurales como el de aquella primera película, y aceptó roles tan variado como las obras interpretadas llamadas “Tierra de audaces”, “Jezabel” o “Sólo se vive una vez”.
Sería John Ford quien lograría elevar la imagen que Fonda proyectaba del americano común, lo logró en las siete películas que hicieron juntos, destacando “Las uvas de la ira”, un papel por el que Henry Fonda, quien ya deseaba liberarse del control de la Fox, aceptó firmar un contrato de siete años más con el estudio.
Henry Fonda abandonó Hollywood en dos ocasiones, ambas en el punto más alto de su carrera. La primera fue para servir en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial, y años después, entre 1948 y 1955, se alejó del cine para dedicarse al teatro interpretando a Mr. Roberts.
Finalmente, John Ford logró persuadirlo para que regresara al cine como protagonista en la adaptación cinematográfica de dicha obra, titulada “Escala en Hawái”. La película fue un éxito comercial para Fonda, pero también marcó el fin de su relación con el cineasta irlandés, ya que terminaron a golpes durante el rodaje.
Una trayectoria en el cine y la historia de Estados Unidos
En la década de 1960, Fonda se resignó a interpretar papeles principales en películas de menor envergadura o en pequeñas apariciones en grandes producciones.
Al darle el papel de un asesino a sueldo brutal, Sergio Leone lo ayudó a recuperar su posición como actor principal en “Hasta que llegó su hora”. Su despedida del cine no podría haber sido mejor, con la película “En el estanque dorado”, junto a Katherine Hepburn y su hija Jane.
Como suele ocurrir con las biografías de los grandes actores clásicos del cine estadounidense como lo es “Henry Fonda. El héroe infeliz”, seguir la vida Fonda es también seguir la historia del siglo que llevó a Estados Unidos a convertirse en la nación más poderosa de nuestro tiempo, tuvo una vida larga y extraordinaria en la que conoció a las personas más influyentes de su época.